Así que finalmente fue necesario ir al psiquíatra, me resisto a la idea de que seas tan pequeña y tengas que tomar fármacos para la depresión. Hablo contigo y me dices calmadamente que tuviste mucho síntomas adversos, también me consuelas diciéndome que quizá es porque estas empezando el tratamiento, yo me estremezco, quisiera librarte de todo ese entramado médico-materno que te da una pastilla para no hacerse cargo de verdadero problema: el haber crecido en una casa-templo de belleza, en la cual una enloquece porque nunca está a la altura de las expectativas, siempre sobra o falta algo, siempre en falta, siempre deseando el reconocimiento de tu madre y de tu abuela, igual yo con tu abuela, siempre sintiéndote como un Prometeo de la comida, de la abstención, de la belleza. Esa ruleta perversa del:"nunca es suficiente para ellas". Te amo Danni y te abrazo en este caos que supone empezar a estar mejor.